miércoles, 17 de junio de 2009

ASALTO AL CASTILLO















Voy a retomar esta historia,aunque a algunos les suene a cuento o no este bien escrita pero lo voy haciendo a ratos,porque no tengo tiempo ni los fines de semana.
En efecto,si nos llegamos a quedar allí tirados,se enteran hasta en el ultimo pueblo del valle,había veces que en ese mismo coche,cuando subíamos a la piscina iba gente en el capo y el coche (aparte de nosotros) era ya muy conocido.
Después de pasar esos primeros nervios comentando la jugada,ya sabéis,"esto no es nada","lo hago un día si y otro también",nos fijamos en el camino de tierra que subía hasta la carretera,tenia una pendiente considerable y viendo las ruedas del coche que no pasaban por su mejor momento y que escurría agua por todos los sitios,mucho me temía que la subida iba a ser otro festival,el camino moría justo en la carretera,no había sitio para frenar a ver si venia alguien,resolvimos que uno de nosotros iría a patita hasta la carretera y una vez allí mediante el lenguaje de voces y silbidos avisaría de cualquier contratiempo,la idea era subir acelerando y entrar en la carretera como un fitipaldi cualquiera porque si freno justo arriba,en la tierra,vuelvo otra vez al río pero igual boca abajo.
La unión que teníamos y las voces y silbidos,que no eran nuevos para nosotros,propiciaron el éxito de la subida,no hubo contratiempos ni nadie nos vio,montamos todos en el coche y fuimos hacia nuestro objetivo.Curveando un poco se llega a la entrada del pueblo,nosotros seguimos un poco mas adelante buscando un sitio para poder bajar el coche, esconderle entre unos arbustos y taparle con unas ramas,si le dejo a alguno me pinta el coche de camuflaje.Al final con cuidado, conseguimos meter el coche y no es por alardear ni querer dedicarme a camuflar coches pero quedo perfecto y no se veía desde la carretera.
Esperamos un poco a que hubiera menos luz pero la suficiente para poder ver por donde íbamos,empezamos la ascensión procurando estar pendientes de la carretera,cuando veíamos un coche nos tumbabamos,subíamos entre retamas y arbustos aunque pensándolo ahora seria difícil que alguien nos viera pero esa era la salsilla de esta historia.
Cuando llegamos arriba esperamos un poco escondidos por si había alguien visitando el castillo,al no oir a nadie,buscamos un sitio donde asentar los reales,descargamos las mochilas y abrimos una cerveza,porque sino ,¿para que las habíamos subido?,era peso a eliminar para la bajada.
Aunque ya habíamos estado dimos una vuelta de inspección a fondo y encontramos una cueva,entramos con linternas y si que andamos un poco dentro de ella pero hubo tres factores que nos hicieron dar la vuelta a mas que mediano paso:el canguis propio de cualquier cueva,que nos quedamos solo con una linterna y lo que despejo cualquier duda,unos ruidos que te hacian imaginar cualquier cosa,al salir volvimos al campamento a refrescar las gargantas y claro;que si era un jabalí,pues yo creo que era un perro,no hombre no, un perro no hace eso....
El caso es que bastante mas tarde,en algo que parecía la entrada a una bodega o la parte baja del castillo,volvimos a oír esos ruidos y vimos movimiento en los arbustos,inmediatamente se volvio a plantear la hipotesis del jabalí y allí no se movió ni dios,por supuesto nosotros tampoco.
Ya que hacia rato que no se oía nada ,seguimos con nuestra exploración,al salir de la seguridad de nuestro pequeño campamento,vimos unas luces que subían por el camino,rápidamente nos agazapamos ,(sabíamos que era un coche,la paranoia no llegaba tan lejos) y observamos,podían ser una pareja que subían a darse el alivio,un tío que subiese a lo mismo que la pareja pero sin pareja o la guardia civil,que para evitar líos diré que no se a que subían.
La guardia civil quedo descartada cuando nos acercamos lo suficiente para ver que era un coche normal,(un seat ibiza,si la memoria no me falla),pero no tan cerca para ser tratados de pervertidos,así que no puedo asegurar si eran feliz pareja o feliz onanista.
Dimos vueltas y mas vueltas,subimos y bajamos,encontramos y perdimos,imaginamos mil historias de batallas y asaltos,de crudos inviernos y tórridos veranos en los puestos de vigía,del abastecimiento y la vida diaria con carretas por ese camino,subir poco a poco puedes pero bajar con carros cargados..,coño,bajar,y nosotros,¿como íbamos a bajar?,estábamos en la torre por donde habíamos subido,y no se veía ni al que tenias al lado,podía estar el onanista y ni enterarnos.
Después de acabar sabiamente con el exceso de peso y echar el ultimo piti,tuvimos que bajar como la gente normal,por el camino,pero eso si,a las tantas de la noche y con impermeables,atravesamos raudos el pueblo y nos toco dar toda la vuelta por la carretera hasta el coche,quitar todo el camuflaje sin herirnos entre nosotros y volver a casa satisfechos del deber cumplido.
Menos mal que no nos paro la benemérita para ver que tal nos había sentado el deshacernos del exceso de peso,porque comprometidos como estabamos, nos llevamos las latas para no dejarlas allí,faltaria mas.
Con esto me imagino que a alguno le caerá alguna lagrimilla,guardo esto en mi memoria junto a un buen puñado de ratos y reuniones,el tiempo pasa y nos cambia,nada vuelve a ser igual.
Un abrazo para los que vivimos aquellos inolvidables años.